domingo, 8 de febrero de 2009

La cabeza puesta en la luna

Pues sí, echo mucho de menos a mi luna... pase lo que pase siempre está ahí para echarme una mano, consolarme o recordarme quién soy. Además me acompaña a cada minuto mientras paseamos por las dimensiones que nos dan cobijo.

Siempre la tengo en la cabeza

1 comentario:

  1. Me gusta MuuchOOOoO!

    Parece que has retomado el hábito del diseño al fin!

    Lo bueno que tiene la luna es que siempre, siempre, siempre vuelve por las noches; aunque no la veas.

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