Pues sí, echo mucho de menos a mi luna... pase lo que pase siempre está ahí para echarme una mano, consolarme o recordarme quién soy. Además me acompaña a cada minuto mientras paseamos por las dimensiones que nos dan cobijo.

Siempre la tengo en la cabeza
Me gusta MuuchOOOoO!
ResponderEliminarParece que has retomado el hábito del diseño al fin!
Lo bueno que tiene la luna es que siempre, siempre, siempre vuelve por las noches; aunque no la veas.